Domingo Porfirio Rojas Nina, quien murió ayer a los 80 años de edad, fue un abogado y político que consagró su carrera a exaltar los valores y a la defensa de los derechos humanos.
Demostró su integridad cuando al cabo de más de un año retornó al erario los cheques que había recibido como secretario sin Cartera en uno de los gobiernos de Leonel Fernández, alegando que no los merecía porque no había desempeñado ninguna función.
Fue diputado por San Cristóbal, director de la Defensa Civil, director de Autoridad Portuaria Dominicana, además de desempeñar muchas otras funciones.
En los últimos años se había dedicado en cuerpo y alma a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, y cada viernes escribía una columna en El Nacional, que casi siempre giraba en torno a dos de sus pasiones: el civismo y la historia. Con su lamentable partida, Rojas Nina deja huellas muy visibles tanto en su natal San Cristóbal como en la sociedad dominicana. Fue, sobre todo, un ejemplo de integridad.
Los familiares tienen motivos más que suficientes para estar orgullosos de un legado que la sociedad sabe valorar.
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