Señores, Dios castiga a quienes dicen y se publicitan con lo que le dan a los pobres. Socorrer a los más necesitados es un mandato de Dios, decirlo es una burla a los pobres. Ayuda, sé solidario, reparte de tu pan entre el prójimo, pero sin bociferarlo a los demás. El mejor regalo a un pobre es el que le llega a tiempo y se queda en tu alma, no el que se dá en fotografia, cámara y periodicos, porque ese es el peor de los pecados. Bociferar, anunciar, decir, publicitar una solidaridad o una ayuda a un damnificado es una falta de respecto a la sociedad que siempre es injusta. Lo que se ufanan de su riquezas mueren como limoneros, sin dignidad ni principios morales. El arte de los perversos es jugar con sus bonanzas, humillando a los pobres, al decir ante el pueblo lo que le dan pan a un infeliz ciudadano victima de un fenomeno de la naturaleza. lo que tu hace con los pobres no lo publicite, Dios te castiga, Dios es tardio, pero seguro. Que te sirva de ejemplo