Por participantes reclamaban la unidad nacional o el diálogo entre el estado y Catalanes
Cientos de miles de personas llenaron este domingo Barcelona de banderas españolas, catalanas y europeas en una manifestación contra la independencia de Cataluña, en el último episodio de la peor crisis política en España en 40 años.
La manifestación, a la que asistieron 350.000 personas según la policía local y 950.000 según los organizadores, concluyó con un discurso del escritor Mario Vargas Llosa en el que aseguró que "la democracia española está aquí para quedarse, y ninguna conjura independentista la destruirá".
"Nosaltres també som catalans" ("nosotros también somos catalanes"), podía leerse en una de las pancartas de la manifestación, cerrada con las palabras del Nobel de Literatura que vivió unos años en la capital catalana.
Bajo el lema "¡Basta, recuperemos la sensatez!", la marcha reunió a unos catalanes opuestos a la independencia que no suelen salir a las calles, en contraste con las colosales manifestaciones independentistas de los últimos años.
"Luego diréis, que somos cinco o seis", "no somos fachas" o "Puigdemont, a prisión", fueron algunos de los lemas escuchados en la marcha, que saludaba las banderas españolas colgadas en los balcones y abucheaba las independentistas.
"La pasión puede ser destructiva y feroz cuando la mueven el fanatismo y el racismo. La peor de todas, la que ha causado más estragos en la historia, es la pasión nacionalista", aseguró Vargas Llosa.
El exministro socialista y expresidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, reprochó a los manifestantes que pidieran cárcel para Carles Puigdemont: "No gritéis como las turbas romanas. Quien manda a la cárcel a las personas son los jueces".
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