El padre de Emely Peguero, la adolescente de 16 años embarazada de cinco meses cuya muerte estremeció a la nación, ha hecho gala de una conmovedora nobleza al declarar que perdona a los responsables del fatal destino de su hija.
El gesto del agricultor Genaro Peguero no es para dejar el homicidio a la justicia divina, sino para que las autoridades aten todos los cabos que hilvanan uno de los crímenes más horrendos ocurridos en los últimos tiempos. El compungido padre advierte que perdonar a los imputados principales, Marlin Martínez, su hijo Marlon y Bolívar Ureña, no significa impunidad.
En aras de que se esclarezca todo lo relacionado con el dramático suceso el agricultor y su familia dijeron que están decididos a tomar las calles.
Con lo menos con que pueden compensarse los deudores de la adolescente es apresando y sometiendo a la justicia a todos los que estuvieron involucrados tanto en la muerte como en la desaparición del cadáver. Que el padre no guarde odio, rencor ni ansias de venganza habla bien de sus sentimientos.
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