El dolor y la indignación que causó la muerte de la adolescente de 16 años y embarazada Emely Peguero Polanco es para que a estas alturas no quedara el menor cabo suelto que pudiera prestarse a sospecha de encubrimiento. Uno de los imputados, Simón Bolívar Ureña Almánzar (Boli), testimonió que en el traslado del cadáver de la muchacha estuvo acompañado de otros dos hombres, cuya identidad todavía se desconoce.
Los familiares de la muchacha, que habían expresado dudas de que el caso fuera aclarado, se han movilizado en demanda de que ningún involucrado en el crimen sea excluido del expediente. La desaparición de Emely había sido denunciada el 16 de agosto y el cadáver encontrado el 31 en una finca de la comunidad Los Algarrobos, de Moca.
En torno al crimen los únicos imputados son el novio de la muchacha, Marlon Martínez, la madre de este, Marlin Martínez Paulino y Ureña Almánzar. Pero la versión de este de que otros dos hombres cuya identidad no se conoce lo acompañaron a trasladar el cadáver de la joven ha disparado la inquietud sobre el curso de las investigaciones. Más todavía porque tampoco es el único cabo suelto.
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