BONAO.- Con 107 años de edad, Juan Concepción Lora, alias Marrón, clama a las autoridades de la provincia por una ayuda para poder alimentarse y vivir los últimos días de su viva.
Con sus rostros muy desgastado por el paso del tiempo, sigue caminando por la calle de Bonao, lo que significa que no va a esperar la muerte acostado en una cama. Concepción se dedicó parte de su vida a vender chicharrones por las calles, lo que significaba el afecto que le tenia al trabajo.
Camina por las calles, sosteniéndose en un andador sigue buscando ayuda económica para comprar un sus alimentos para sobrevivir. Quien quiera brindarle una ayuda el está disponible en la calle España número 76 de Bonao, próximo a la Gallera Municipal...
Hasta los 107 años ha estado andando solo por la calle. La vejez es signo de achaques, lo que significa que hay que invertir aún más en la salud de los envejecientes, pero el alto costo de la vida en el país, los pocos recursos de las familias dominicanas y la pírrica inversión del Gobierno en materia de salud, en muchos de los casos, no se lo permite. Y lo que es peor, muchos ancianos se convierten en “cadáveres” aún en vida.
Un ejemplo fehaciente de esa realidad es Juan Concepción Lora, alias Marron, quien tiene 107 años de vida y una larga historia de abandono.
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