Aeropuertos y viaductos reanudaron sus operaciones. Se levantaron varios toques de queda. Millones de galones de gasolina comenzaron a llegar al Puerto Everglades. Y el Versailles en La Pequeña Habana empezó a servir cafecitos en su famoso mostrador este miércoles.
El servicio eléctrico se reanudaba poco a poco en instalaciones clave, viviendas y negocios, aunque no lo suficientemente rápido para cientos de miles de floridanos presas del calor, cada vez más impacientes por una ráfaga de aire frío o una bebida helada en momentos que la temperatura llegaba a los 90 grados.
La recuperación estaba al máximo en todo Miami-Dade y Broward el martes, dos días después que Irma golpeó la región con horas y horas de vientos de tormenta tropical y ráfagas huracanadas que dañaron el tendido eléctrico, derribaron árboles y le complicaron la vida a millones de personas.
La buena noticia es que todas estas afectaciones son en lo fundamental temporales. Los daños causados por Irma son extensos, pero en la mayoría de los casos no graves, según las evaluaciones realizadas hasta el momento.
Las noticias no tan buenas: va a pasar un tiempo, quizás más del deseado, antes que todas las calles estén limpias de escombros, haya luz en todas partes y los niños hayan regresado a la escuela.
Mientras tanto, hay una gran demanda de hielo pero la oferta es mínima. Y es muy posible que pasen varios días antes que las fábricas de hielo, fuera de operaciones debido a la falta de electricidad, puedan reanudar su trabajo, sean sometidas a inspecciones de la calidad del agua y comiencen a producir.
La paciencia es la palabra de orden, aconsejaron las autoridades a los surfloridanos, incluso en momentos que exhortaron a los negocios a reanudar sus operaciones y redujeron o eliminaron los toques de queda. Miami-Dade y Miami cancelaron sus toques de queda, mientras que Miami Beach y Coral Gables lo modificaron para comenzar ya tarde en la noche.
“La gente tiene que empezar a volver a la normalidad”, dijo Barbara Sharief, alcaldesa del Condado Broward. “Nuestra prioridad es la recuperación, y eso significa que la gente tiene que volver al trabajo, reemplazar a los que llevan varios días trabajando desde la tormenta y conseguir que los negocios vuelvan a abrir sus puertas”.
En una sesión de información el martes por la mañana, directivos de Florida Power & Light dijeron que la mayoría de los condados Miami-Dade, Broward y Palm Beach deben tener el servicio eléctrico restaurado para fines de esta semana, con la posible excepción de áreas afectadas por tornados, inundaciones o daños severos.
En Broward, el martes había casi 500,000 clientes de FPL, más de la mitad del condado, sin electricidad. La alcaldesa exhortó a los vecinos a tener paciencia y a “dar un par de días” a las cuadrillas que trabajan para restaurar el servicio y limpiar vías.
En una conferencia de prensa por la mañana en el centro de operaciones de emergencia del condado, dijo que 89 por ciento de los clientes de la FPL en Broward se habían quedado sin electricidad durante y después de la tormenta el domingo, y que unos 310,000 han recuperado el servicio eléctrico.
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