Muchos en busca de milagros y favores, otros agradecidos y algunos con una mezcla de esperanza y desesperación se desplazan hoy a la Basílica de Higüey, ubicada en la provincia del mismo nombre, a conmemorar el Día de la Virgen de la Altagracia.
Hoy es uno de los días más importantes para los feligreses católicos, y una de las celebraciones culturales más importantes del país.
La Virgen de la Altagracia también conocida como “Tatica”, es una de las deidades más seguidas del pueblo dominicano, considerada como la Madre de Dios, es también, hacedora de milagros y guardadora de muchos. Los creyentes desde inicio del mes de enero acuden a La Basílica en respuesta a los favores que encarecidamente le han pedido, y a cambio de lo cual hacen promesas que en esta fecha asisten a cumplir.
Tradición
Algunos según el nivel de compromiso y agradecimiento, hacen servicios de “arroz con leche” para darle a los infantes del sector, otros entraran de rodillas al templo, cargando algún cuadro, velón u objeto en especial, asimismo, se vestirán con un color en especial, y otros harán fiestas donde se tocará atabales y se servirá comida en abundancia a los asistente, pero la más común de todas es el viaje a ver a la virgen en la ciudad de Higuey, sea en vehículo o a pies.
Otros acudirán a servicios que se ofrecerán hoy en otros países y estados del mundo, como es el caso de Miami, donde en la Parroquia de Corpus Cristi, en Allapattah, se dedicara una misa a las 7: 00 PM presidida por el Arzobispo Emérito de Santiago de los Caballeros, Monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, incluyendo una serie de eventos en honor a la Madre de Dios.
Es un hecho que el Día de la Altagracia, reverenciada desde el 1502 (siglo XVI) a la llegada de los españoles, aunque no fue una fiesta oficial hasta 1962 cuando el arzobispo Isidoro Rodríguez Lorenzo declaró como fiesta estatal religiosa el 21 de enero, es una de las creencias más arraigadas del pueblo dominicano, pues aun aquellos que residen en otros países, no abandonan su compromiso, envían remesas a sus familiares para que ellos cumplan aquellas promesas que ya fueron hechas a la Virgen.
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