El Poder de Nueva York, como se identifica a La Gran Manzana, regresó al país y lo hizo en grande, presentando uno de los shows bailables más concurridos de los últimos tiempos en Hard Rock Café Live.
La fuerza del merengue hecho por Víctor Roque y Henry Hierro se dejó sentir cuando llegaron a este escenario de la mano de un show enérgico y vibrante que transportó en el tiempo a un público que abarrotó el establecimiento de diversión desde tempranas horas de la noche.
Los líderes de la agrupación referente del merengue made in Nueva York regresaron a los escenarios dominicanos 20 años después de su última vez en el país provocando sonoros aplausos, bravos, mientras el público les arrebató cada tema que se convirtió en éxito musical en las voces de Víctor y Henry.
“Tus besos” dio el banderazo a una noche inolvidable, bailable y repleta de remembranzas que se fueron sucediendo con “Mala”, “Mentirosa”, “Sin tu querer”, “Molé, molé”, “Vamo’ a bebé”, “La carta final”, “No me niegues tu cariño”, y otras.
“Gracias por su cariño, por venir a compartir con nosotros este hermoso reencuentro en el que hemos puesto todo nuestro amor para que se sientan bien. Se dieron cuenta de que ningún muchachito puede caerme atrás, todavía hay energía y mucha”, dio la bienvenida Roque luego de hacer gala de sus movimientos bailables con los que se destacó en los inicios de La Gran Manzana.
Con el éxito “Cuándo llegarás” se despidieron para dar paso al siguiente artista, pero el público los hizo regresar, contrario al “falso final”, en esta ocasión Víctor y Henry se ciñeron al guión preparado por Víctor Roque Jr., productor general del concierto, quien mirando su reloj dio “luz verde”, para otro tema.
La Gran Manzana fue precedida por el bachatero Joel Santos, quien protagonizó el opening del Baile de Grandes Ligas, con su estilo y fuerza vocal logró conectar con el público que aplaudió sus éxitos “Ayer pedí”, “Al diablo”, “A escondidas” y “Si esta casa hablara” (Si esta cama hablara).
De la bachata se pasó al merengue y las baladas de Ramón Orlando Valoy, quien ha montado un show en el que el público juega un papel de primer orden.
“Weo” fue el tema de inicio y con el cual el popular director de orquesta y arreglista hace un careo luego de segmentar al público con el juega interpretando estrofas de los éxitos que ha hecho para otros artistas. Y así se suceden Rubby Pérez (Perro ajeno), Miriam Cruz (La loba), Anthony Santos (Creíste), entre otras de sus conocidas composiciones.
“Mil maneras” es una balada infaltable en la discografía de Ramón Orlando, quien se despidió anunciando la participación del salsero Yiyo Sarante, quien demostró al llegar que sabe escoger su repertorio para conectar desde el principio con su fanaticada.
“La maldita primavera”, “Nos engañamos los dos”, “Pirata”, “Un hombre normal”, “Tres semanas”, “Hoy no es ayer”, temas a los que el público respondió en un coro que retumbaba el amplio salón con capacidad para 1,500 personas.
Y el Baile de Grandes Ligas seguía en su salsa, y ya entrada la madrugada “Lupita” llegó desde Bávaro con Chiquito Team Band, agrupación que de inmediato soltó sus éxitos “La llamada de mi ex”, “Lejos de ti”, “Mi corazoncito”, “A llorar a otra parte”, “Que te caiga un rayo” y “Nos desacatamos”.
Y volvió el merengue, el urbano, de la mano de su más fiel exponente: Omega, quien cerca de las 4:00 de la madrugada del domingo disparó una descarga compuesta por “Ponte el chaleco”, “Gatillo”, “Mi única verdad”, “Dándole”, “No hay amigo de verdad”, “Tú si quieres” y “El escudo de Dios”.
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