El asalto perpetrado anoche contra una sucursal bancaria en Plaza Lama de la avenida 27 de Febrero esquina Winston Churchill constituye una clara señal de que el cáncer de la criminalidad e inseguridad ciudadana expande su metástasis por toda la anatomía social.
se atraco, cometido por dos de cuatro hombres armados de fusil y pistola, constituye otro desafío de la delincuencia a las autoridades, como lo fueron también los cometidos el 14 de septiembre y el 4 de agosto a un vehículo de transporte de valores y otra oficina de banco en Bella Vista Mall y en Villa Mella, respectivamente.
Uno de los antisociales cargaba un fusil dentro de un bulto con el que disparó repetidas veces hacia el área de la sede bancaria, donde otro cargaba con al menos 3.7 millones de pesos y unos 25 mil dólares, después de herir de bala a dos vigilantes.
En los vídeos captados por las cámaras del centro comercial se observa a un individuo que calmadamente esperaba con el fusil oculto en un bulto que su compañero disparara contra los dos guardianes y consumara el asalto, tras lo cual disparó repetidas veces mientras ambos se retiraban de la escena del crimen.
Las características de ese atraco en la sucursal del Banco Popular parecen similares a los perpetrados contra otro camión de envío de valores, frente a Bella Vista Mall y contra una oficina de banco en Villa Mella, lo que obliga a las autoridades a determinar si ese patrón criminal se corresponde con un mismo origen.
Los delincuentes armados irrumpieron en la concurrida plaza a las 7:30 de la noche, pero en el lugar ni en los alrededores se encontraba ninguna patrulla policial, a pesar de que se anunció por todo lo alto que más de 15 mil agentes vigilarían calles, avenidas y centros comerciales.
La Policía, Ministerio Público y organismos de seguridad del Estado tienen la obligación de apresar en el menor tiempo posible a los autores de tan espectacular atraco y determinar posibles vínculos con otros cometidos contra sucursales bancarias y vehículos de transporte de valores, en los que también los atracadores emplearon fusiles con los que dispararon a sangre fría contra guardianes.
De nuevo se advierte al Gobierno sobre el progresivo deterioro de la seguridad pública y el sorprendente auge de la delincuencia, violencia y criminalidad, un cáncer que se expande de manera alarmante, por lo que se requiere de una rápida y profunda cirugía para poder extirparlo.
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