Zobrist el más valioso...Incrementando la emoción, la lluvia se hizo presente
Cubs vencieron, maldición fulminada
La fecha se había llegado era el 2 de noviembre del 2016, tiempo para el séptimo de la Serie Mundial y dos novenas buscaban romper con la racha, esa racha que sus aficionados conocían a la perfección, por un lado los locales, la novena de Cleveland, por el otro la novena de los Cubs con todo y la maldición de la cabra, todo estaba listo en el diamante del Progresive Field.
Tras cantar "Play ball" los Cachorros mostraron su decisión para adelantarse y es que con un jonronazo solitario de Dextel Fowler la visita ya ganaba y de manera histórica ya que por vez primera el primer bateador conectaba en un séptimo duelo. Pero la respuesta llego gracias a Carlos Santana ponía la pizarra igualada a uno.
Llegó la cuarta y el venezolano Wilson Contreras dio con el doblete remolcador y si, los de la "Ciudad de los Vientos" se ponían 3 a 1 en la pizarra del séptimo de la SM. Pero la emoción sin duda se dio en la quinta ya que por bando entraron par de carreras, para dar con 5 carreras por tres, aun con ventaja para los Cubs.
Vale la pena mencionar que Jon Lester entró en acción desde la baja de la quinta y el mensaje era claro para los que prestaban atención a esta Serie Mundial, los Cubs querían la victoria, sin embargo el gusto para la figura de los de Chicago duro hasta la octava y es que Champan, cerrador estrella, se haría cargo de la lomita y sus lanzamientos.
Durante la sexta entró una carrera más favorable para la novena de los cachorros, todo indicaba que la novena de Illinois sería campeona, luego de una muy pero muy larga espera. Era la recta final del fatídico séptimo y la ventaja seguía siendo para los Cubs, pero se dio la llegada de la octava y turno al bate ahora para Rajai Davis que para la sorpresa de todos (si como de película) se mandó con un bambinazo frente a un incrédulo y fresco Champan, era la de Cleveland porque todo se empataba a seis carreras, nadie lo podía creer.
El cierre fue dramático y es que los Cubs estuvieron a nada de marcar la carrera de desempate en la alta de la novena, Dexter Fowler estaba al bate, y los nervios no podían estar más finalmente y con un hombre en base el out se cantó, los extra innings eran ya una realidad.
Cuando todo terminó tras nueve entradas corridas, la lluvia se hizo presente en Cleveland y para incrementar el nerviosismo se determinaba frenar el juego, verdaderamente increíble. Una vez que la lluvia permitió jugar, llegó la alegría para los Cubs y Ben Zobrist se mandó con doblete la pizarra volvía a ponerse a favor de los cachorros por 6 a 8.
El tiempo avanzó y el destino puso solo a dos outs de la victoria a Chicago, todos mascaban tabaco (según la tradición) de tanta emoción que se vivía, pero oh sorpresa Rajai Davis seguía vivo y conectó carrera de hit, se ponía todo 8 a 7, pero el out llegó en la siguiente oportunidad y por fin la maldición se terminó, los Cubs eran campeones!
Comentarios