“Entre los merengueros hay dos problemas, uno es que no hay dinero y otro es que hay muchos analfabetos famosos.
Al artista de Villa Altagracia, Sergio Vargas, le gustaría que los merengueros dominicanos se reunieran en una iglesia para allí pedirse perdón. Ve conveniente ese gesto, tomando en cuenta que hay mucho resentimiento de por medio, según él, y muestra de ello es que hay proyectos que no han podido ponerse en marcha a pesar de que existe desde hace poco más de un año la asociación “Merengueros siglo XXI”.
“Entre los merengueros hay dos problemas, uno es que no hay dinero y otro es que hay muchos analfabetos famosos. La asociación es una luz, aunque recomiendo que vayamos a una iglesia y nos pidamos perdón. Hay muchas cosas para pedir perdón, el solo hecho de no poder unirnos es muestra de mucho resentimiento y luego, que vayamos a donde César Mella a ponernos un tratamiento”, dijo con cara de seriedad el “Negrito de Villa”, quien reitera que el merengue no está en crisis.
Lo que sí cree el intérprete de “Vete y dile” es que “a nadie le ha importado la herencia cultural de República Dominicana” y por ello el merengue no está en la radio y mucho menos lo bailan y cantan los niños y jóvenes dominicanos.
En días pasados otro veterano del merengue, Bonny Cepeda, aseguró que Sergio era el artista con mejor voz, él entiende que “no hay porqué pelear por eso, es lo que piensa Bonnie”. Sin embargo, para el Negrito de Villa, Fernando Villalona es el más grande suceso que ocurrió después de la muerte de Trujillo, “eso pienso yo, quizás otros difieren conmigo”. Entiende que Villalona tiene una luz especial y que jugó su papel a su llegada a la escena musical dominicana.
Como buen merenguero le gusta bailar y de hacerlo una noche en compañía de alguna pareja “armaría la Orquesta Internacional de Ramón Orlando, o también yo contrataría al Conjunto Quisqueya y si la pareja es una mujer madura la llevaría a bailar con los ‘Los Paimasí’; ahora, si voy con una novia más joven le doy lo que cobran ‘Los Hermanos Rosario’”, confesó a LD el intérprete de “Marola”, uno de sus temas más emblemáticos de su repertorio merenguero.
Se siente complacido con sus 30 años en el arte, si algo le ha faltado ha sido el de explotar el arte de escribir, aunque reconoce que no cualquiera puede hacerlo.
“Cualquiera puede ser promotor de merengue, cualquiera canta, pero cualquiera no escribe. Si la canción es mala ni Jesús que la cante la pega”, sostiene, y agrega que le gusta escribir, pero “soy un pregonero, le escribí un panegírico a mi padre y luego le puse letras”.
De los compositores que han nutrido su repertorio valora las condiciones que tiene el cantautor Charlie Mosquea, de quien ha grabado unos 8 temas, uno de ellos “Dile”, merengue que lo ayudó a resurgir luego de la pegada de ‘Marola’, ‘Los Vampiros’ y otros éxitos. Espera celebrar sus 30 años en la música como lo ha soñado y pidió respeto a quienes no lo soporten como artista, porque “por lo menos tienen que respetar mis 30 años de carrera”.
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