Cuando se reveló que los regidores del Distrito Nacional diligenciaban pensionarse, el procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, advirtió que si lo hacían irían presos, porque la decisión era ilegal.
No se sabe si por temor o alguna otra razón, el caso es que los ediles capitaleños echaron para atrás y resolvieron formular la petición, apoyados en vejez y enfermedades, al presidente Danilo Medina.
Sin embargo, en lo que parece un abierto desafío a Domínguez Brito los regidores de Santiago, Moca y ahora Bonao se han aprobado pensiones y aumentos salariales para los servidores. Tras las decisiones está por ver si Domínguez Brito encarcelará a los ediles, como había advertido a los del Distrito Nacional cuando se proponían hacer lo mismo.
De no actuarse contra una repudiable violación de políticos a quienes solo les importan sus canonjías, entonces se estaría estimulando a los demás ediles a que hagan lo mismo. Ese es el gran reto que tiene el procurador para hacer que los gobernantes respeten las leyes.
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