“Ay Dios mío, yo no lo puedo creer, hace menos de una hora que nos juntamos y mira como me lo mataron para quitarle ese dinero”, expresaba Neida Decena Monteno, de 23 años, esposa de Manolo Mañón, de 40 años, asesinado la tarde del miércoles por dos desaprensivos para quitarle RD$42,000 en la capital dominicana.
De Jesús, quien se sostenía en su hermana, permanecía inconsolable, y solo pronunciaba una y otra vez: “me lo mataron”, y al decirlo, su llanto aumentaba más.
Entre lágrimas, Neida Decena mantiene la versión de que alguien le dio la información de que su esposo sacaría ese dinero a los desaprensivos que le quitaron la vida.
“Me lo mataron por ese dinero. Él llevaba 42 mil pesos que eran para el coger una parte y pagar la licencia, y lo otro para prestalo. Pero yo estoy segura que eso de que él llevaba el dinero fue chivateado, porque esos delincuentes lo estaban persiguiendo”, expresa Decena.
Acompañada de algunos de sus familiares, hablaba por teléfono para que alguien la ayudara con el traslado del cadáver, el cual fue llevado a Azua, donde recibiría cristiana sepultura.
Mañón y Neida vivían juntos en la avenida España, y tenían una relación de 5 cinco años.
Manolo Mañón, quien se desempeñaba como maestro constructor en el habitacional de la Policía que se construye frente al Club de Aduanas en Las Américas, fue sepultado la mañana de ayer en su natal Azua.
Compañeros lo describen
Algunos compañeros de Mañón lo describieron como un hombre de bien y que siempre cumplía con su trabajo.
“Manolo era un hombre dedicado a su trabajo, un hombre de bien. De verdad que esta delincuencia hizo que perdiéramos a un gran amigo. Ojalá que las autoridades hagan justicia”, dijo Manuel Pérez, compañero de trabajo de Mañón.
Expresó que todo estaba trabajando a tempranas horas de la mañana, y que Mañón le había pedido un permiso al encargado de la obra para ir a pagar la licencia. En tanto, Carlos de Jesús, llamó a las autoridades a tomar las calles, porque lamentablemente “es de los delincuentes”.
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