El pastor de la Iglesia Evangélica Integral consideró que la defensa del Gobierno de los Estados Unidos y legisladores norteamericanos en favor de la actuación del embajador de esa nación en el país, James “Wally” Brewster, en lo concierne a la promoción del activismo gay, es una flagrante violación a la Constitución de la República y a la Convención Internacional de Viena, por lo que el Gobierno dominicano y todos los sectores deberían enfrentarla.
Eusebio Arismendy Debord López dijo que el artículo 3 de la Constitución dominicana prohibe a los extranjeros, “la realización de actos que constituyan una intervención directa o indirecta en los asuntos internos o externos de la República Dominicana”.
En nota de prensa enviada a bonaocityrd.com, añadió que de acuerdo a la Carta Magna, “el principio de la no intervención constituye una norma invariable de la política internacional dominicana”.
Manifestó que por esa y otras razones el diplomático no puede promocionar las relaciones homosexuales, porque vulneran además el artículo 55 de nuestra Constitución, que únicamente permite como legal, legítimo y ético el matrimonio heterosexual.
Debord López expresó que de acuerdo al artículo 41, numeral 1, de la Convención Internacional de Viena, “los embajadores están obligados a respetar las leyes y reglamentos de los estados receptores y no inmiscuirse en sus asuntos internos”.
Consideró que como embajador, el señor Brewster no debe patrocinar y promover la homosexualidad en la República Dominicana, aunque reconoció que en su vida privada, en la intimidad y en el anonimato, puede actuar como quiera, porque el artículo 44 de la Constitución consagra ese derecho.
Indicó que, en ese sentido, los ataques provenientes de la administración Obama contra el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, arzobispo metropolitano de Santo Domingo, resultan a todas luces injustos, errados y hasta descabellados, y forman parte de la política norteamericana de procurar imponer la agenda gay en la República Dominicana
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