Digamos que una cosa llega con la otra. Al poner a circular miles de 
millones de pesos durante este período de Navidad y Año Nuevo, es 
necesario incrementar los mecanismos de seguridad ciudadana para que la 
delincuencia haga el menor daño posible.
Así, al igual que ponemos dinero en manos de la gente que trabaja, 
igual lanzamos a las calles cientos de agentes de policías y militares 
para realizar esta labor tan necesaria.
Es más que notoria la presencia policial, reforzados con militares en
 patrullajes como en la vigilancia de puntos considerados estratégicos.
La delincuencia siempre se la ingenia para sacar provecho cuando 
siente la abundancia. Es lógico pensar que cada persona que anda por las
 calles posiblemente esté con algo de algún valor. Cada vez más los que 
andan en actividades ilícitas se muestran dispuestos a matar con 
facilidad a sus víctimas. 
Es más que evidente que los riesgos se incrementan en una coyuntura 
como la actual en que se sabe que en las manos de miles de personas 
andan circulando miles de millones de pesos.
Al trabajo de estos agentes y militares agreguemos nuestra prudencia.  

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