Es imposible desplazarse por cualquier calles o avenidas, sin encontrarse con un enjambre de motoristas que trastornan el desenvolvimiento normal del tránsito, y que con su manejo temerario e imprudente imponen el terror, y en riesgo la integridad de peatones y conductores, sin que nadie controle este mal.
Poco a poco los motociclistas se han convertido en los individuos más temibles y despreciables en el mundo del tránsito vial, y no es para menos, ya que cuando no son atracadores o sicarios, igual te ponen en peligro a riesgo de sus propias vidas, por su forma de manejar y violar las leyes de tránsito.
Debido a su crecimiento descomunal, al ser los vehículos de menor costo y menos regulados, y a que sólo se necesita un poco de habilidad para conducirlo; un gran porcentaje de las motocicletas y su conductores, de no ser educados y regulados se han convertirse en una plaga que incrementa sus daños a la sociedad.
Manejar a altas velocidades en zig zag, entre laberintos de grandes hileras de vehículos, pasar la luz roja del semáforo, transistar por encima de las aceras y elevados, dentro de túneles, en vía contraria, sin luces, sin casco protector, más de dos en una moto y sin ningún tipo de precaución, es el modus vivendis, de una parte de este grupo de la sociedad productiva del país, que se gana la vida en dos ruedas.
No importa si en su alocado trayecto rompan espejos retrovisores, rayen vehículos o atropellen a alguien, su meta es llegar a su destino; al hospital, la cárcel o el cementerio, y lamentablemente lo harán tarde o temprano, de eso debemos estar seguros. Policías y militares también forman parte de estos desaprensivos.
“Si usted pregunta quien es peor de un taxista, un chofer de voladora o de carro público, un patanista o un motorista. Diría que el motorista.
De todos los demás yo puedo defenderme, de un motorista no. Uno nunca sabe de dónde saldrán”, Leonardo Gutiérrez, estudiante de ingeniería.
El director de Tránsito Terrestre del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, licenciado Luis Estrella, dijo que de más un millón y medio de motociclistas que circulan por el país, apenas 50 mil tienen licencia de conducir, es una explicación razonable de la falta educación vial de los motoristas.
Para los motoconchistas, mensajeros y deliverys el tiempo es vital. Los también llamados mototaxis ofrecen un servicio que su costo varia dependiendo de la distancia, por lo cual al menor tiempo de llegada, más clientes atenderán y por eso más dinero ganaran.
No está en discusión que el trabajo que realizan beneficia de una u otra manera a un segmento importante de la población.
Popularidad
Los motores como también se les llama han jugado un importante papel en el desarrollo de la sociedad y la economía de nuestro país, ya que son asequibles, versátiles, económicas y eficientes. A parte de ser herramientas de transporte y trabajo su popularidad radica en que se mueven con rapidez por callejones y callejuelas, y pueden andar por lugares donde no hay rutas de vehículos.
A medida que nuestra economía se ha ido desarrollando y el nivel de vida se ha ido elevando, las motocicletas han ganado más terreno pués han pasado ha desempeñar todas las tareas que anteriormente se realizaban con animales como caballos, burros y mulas, o bicicletas. Ningún tipo de negocio grande o pequeño podría operar con efectividad si no dispone de al menos una motocicleta como medio de transporte.
Del universo total de vehículos de motor registrados a diciembre de 2014, el 53.1% corresponde a motocicletas, las cuales presentan un mayor crecimiento absoluto con 124,349 nuevas unidades, para un total de 1,803,328 de motores, según datos del Departamento de Estudios Económicos y Tributarios, Dirección General de Impuestos Internos (DGII).
“Deliveries”
Estos pertenecen a la variedad de motoristas más temido. Trabajan para farmacias, cafeterías, pizzerías, colmados, entre otros y su tiempo de entrega de pedidos debe ser muy corto, ya que tienen una hora límite para hacer cada entrega.
Las motocicletas son equipadas con cajas tipo baúl o hucacales plásticosque le servirán para cargar los productos, por lo cual muchas veces rompen y rayan vehículos, al pasar por lugares donde no caben.
“A mí ni la Amet ni la policía, nunca me han exigido licencia. Sólo casco, matrícula y seguro. Si empiezan a exigir y poner multas a los motoristas que no tengan licencias, van a pagar la deuda externa, ya que casi nadie tiene”, dijo Juan Cabrera, repartidor de comida.
Los repartidores de los colmados por lo regular violan todas la leyes existente a nivel de tránsito, no tienen placa, ni luces, no usan casco, son menores de edad en su mayoría y transitan a alta velocidad en zona residenciales, sin importar el sentido de las calles, ni la presencia de niños.
Mensajeros
Posiblemente en un gran porcentaje los mensajeros de empresas públicas y privadas que usan motocicletas como medio de transporte sean los que anden con mayor legalidad, buen estado del vehículo, licencia de conducir o carnet de aprendizaje, uso de placa, casco y seguro), y sean los mas prudente a la hora de manejar.
Atracadores
Si bien es cierto que las motocicletas por su estructura física ya que bien manejadas son veloces, ágiles y escurridizas, permitiéndole a uno o dos hombres colarse con facilidad en el más denso tráfico, andar por callejones y estrechas callejuelas y llegar o huir de cualquier lugar señalado, han llegado hacer los vehículos por excelencia a la hora de cometer crímenes (atracos, asesinatos y otros).
Las motocicletas son vehículos que se pueden robar con facilidad, ser utilizado en una fechoría y luego desmantelarlos o disfrazarlos fácilmente, cambiándole el color y los accesorios.
Mototaxis
El motoconchismo se ha convertido en uno de los principales empleadores de la República Dominicana, ya que cualquier persona sin ningún tipo de preparación educativa o técnica, puede operar una motocicleta y así ganarse la vida dando el servicio de transporte en cualquier lugar.
A estos conductores por lo regular no se le exige placa ni seguro, solo matricula. En distancias cortas estos pueden cobrar entre 35 y 50 pesos, distancias más o menos larga hasta 100 pesos.
Desde el 1996 a través de la Oficina Técnica de Transporte Terrestre (OTTT) hasta la fecha se han realizados varios programas de regulación de para motociclistas en busca de sentar las bases para la regulación de la Normativa para la Operación de Motoconcho, sin embargo esto no ha sido posible en su totalidad.
En la actualidad hay regulados más de 56 mil motoconchistas en unas 5, 274 paradas, de las cuales 1,110 son del Gran Santo Domingo. Con estas acciones la OTTT busca dotar de chalecos y cascos protectores a los operadores, así como motivarlos a dotarse de licencias y placas a través de la Dirección General de Impuestos Internos.
Por lo regular estos trabajadores en dos ruedas, no tienen ningún tipo de conocimiento sobre educación vial, por lo cual no portan licencia de conducir, no tienen carnets ni tablillas de identificación, carecen de seguro de vehículo, pero sobre todo no usan casco protector.
El auge de las motocicletas empieza en las localidades rurales en donde burros y caballos son sustituidos por estos aparatos, debido a su comodidad y rapidez.
Posiblemente sea Haina el municipio de donde se inicia el servicio del motoconchismo, transportando pasajeros hacia el puerto de esa localidad y luego se extendió hasta el KM. 12 de la Carretera Sánchez.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 63% de las víctimas mortales de los accidentes viales que se registran en República Dominicana circulaban en moto o en vehículos de tres ruedas como motocarros. (Fuente El Nacional)
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