Periodistas de todo el país se quejan y con sobrada razón de la imposibilidad que tienen los medios de comunicación de hacerle preguntas al presidente Danilo Medina sobre cualquier tema de importancia nacional.
La política es comunicación y ésta, para ser efectiva, tiene que funcionar en dos direcciones; desde los gobernados para los gobernantes y desde los gobernantes para los gobernados.
La comunicación política en una democracia sana no puede circunscribirse al planificado mensaje mercadológico. El país tiene muchas preguntas y el Gobierno está la obligación de contestarlas.
La mudez funciona mientras el mar está en calma, pero en agua procelosas, el capitán mudo pierde la tripulación y también a los pasajeros. La campaña oficialista arrancó, así lo indican la masiva publicidad, las inauguraciones y las proclamaciones. Pero si Danilo se empeña en no hablar tendremos la insólita situación de una campaña muda.
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