Sus colegas y los más diversos sectores sociales han valorado la integridad y el talento que caracterizaron el ejercicio periodístico a tiempo completo de Radhamés Gómez Pepín, quien murió ayer a los 87 años de edad. Y no es para menos, porque desde estar siempre al servicio de las mejores causas y defender la verdad con valentía, el director de El Nacional tenía un ojo clínico para la buena noticia.
Por su dilatada y fecunda trayectoria Gómez Pepín recibió muchos homenajes y reconocimientos, que sus colegas reivindican al exaltar cualidades como la solidaridad y férrea defensa de las libertades públicas en momentos difíciles para la nación. Como todo profesional íntegro Gómez Pepín jamás buscó ni le importaban las placas y galardones. Procedía siempre como le ordenaba su conciencia.
Radhamés era la expresión del periodista que respeta y valoraba su ejercicio, para quien la noticia ocupaba el primer plano. Al expirar este lunes en Cedimat sus colegas y otros sectores le rinden el homenaje que merece al exaltar su ejemplar ejercicio profesional.
Comentarios