Por Tony Brito
bonaocityrd@gmail.com
BONAO.-La propaganda
política adquiere formas distintas en cada demarcación electoral. En Monseñor
Nouel, las estrategias para conquistar adeptos varían desde embadurnamiento de
paredes hasta vallas. No es lo mismo un afiche pegado en un poste del tendido
eléctrico de un barrio de Bonao, que una valla activada con modernos efectos
tecnológicos en la entrada a la ciudad,
una zona reservada para votantes de Palmarito.
En estas zonas, donde
la miseria aparece en cada esquina sin necesidad de buscarla, los aspirantes
invierten más en enloquecedoras bocinas que promueven sus proyectos, que en
onerosas vallas y carteles de grandes proporciones.
En barrios de Bonao,
la caras de candidatos a senador, síndico o diputado están presentes en las
tapas de zafacones, en paredes de colmados, peluquerías, salones de bellezas,
freidurías, panaderías, talleres de mecánica vehicular, ebanisterías y
almacenes, o en casuchas de tabla a punto de derrumbarse.
También, en la verja
de un club, escuela o casa en construcción. Lo que ocurre en esos barrios es un
verdadero espectáculo multicolor, divertido, por demás. Por esos predios, las
fotografías de políticos alegres y prometedores comparten un sólo espacio
físico y una misma finalidad: tratar de convencer a los transeúntes de que ellos
representan la mejor opción electoral.
Las situaciones
específicas del candidato exigen igualmente maneras distintas de atraer votos y
votantes. Por ejemplo, Casimiro Ramos y Dario Rodriguez, aparecen en cada
esquina, siendo aspirante a la candidatura a la alcaldía de Bonao, aparece en varias
vallas en las calles.
Comentarios