Hay dos escenarios posibles con la campaña en contra el ex presidente Leonel Fernández y del Partido de la Liberación Dominicana (PLD). El primero, es asumir que la carta y la llamada telefónica sean de la autoría del narcotraficante Quirino Ernesto Paulino Castillo y el otro, es que simplemente estén usando su nombre para montar esta inmerecida desconsideración contra el ex mandatario.
Si es lo primero tendríamos que llegar a la conclusión que se trataría de una conspiración que involucra a sectores estadounidenses y probablemente a una contraparte nacional que no quiere ver de nuevo a Fernández y al PLD en el poder después de concluido el actual período presidencial. Si fuera lo segundo, la campaña se limitaría esencialmente a sectores locales.
Pero no hay crimen perfecto y en la campaña eso se nota. Las actividades de narcotráfico de Paulino Castillo no crecieron bajo los gobiernos del PLD. Y fue bajo un gobierno del ex presidente Fernández que este señor fue apresado y deportado a los Estados Unidos. Incluso, sus actividades políticas fueron en contra del PLD. Asociarlo es un absurdo que se revertirá contra sus promotores. Los difamadores no ganan.
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