Era el verano de 1973 y un grupo de músicos latinos dio un concierto histórico en el estadio de los Yanquis. Unos 40.000 espectadores bailaron al ritmo de un género que tenía un sabor diferente a los sones, guarachas y otros ritmos cubanos de la época. Le llamaban salsa.
El género con percusión, piano, voces e instrumentos de viento ya era muy popular entonces, especialmente en su nativa Nueva York, gracias a su distintiva influencia de rock y jazz, así como por arreglos innovadores como el permiso de improvisar en la tarima y cambios de posición de los instrumentos en escena.
Pero no había podido congregar a tanta gente hasta entonces. Lo que hizo posible reunir a todos estos artistas en una sola tarima fue un sello llamado Fania Records, que se arriesgó a agrupar a todas sus estrellas bajo una sola orquesta y un solo nombre: Fania All Stars.
Los egos de tantas celebridades no arruinaron el espectáculo y el concierto abrió las puertas del mundo a la salsa. Catapultó a la gloria a Cheo Feliciano, Larry Harlow, Mongo Santamaría, Héctor Lavoe, Willie Colón, Ray Barretto, Roberto Roena, Richie Ray, Bobby Valentín, Bobby Cruz e Ismael Miranda.
Este 24 de agosto, exactamente 41 años después de aquel legendario concierto, varias de las estrellas de la Fania se reunirán de nuevo en Nueva York. Esta vez será en el Central Park, dónde celebrarán el 50 aniversario del sello musical, comparado con Motown Records por su éxito y acogida en Estados Unidos y Latinoamérica.
“La Fania cambió el panorama de la música popular americana”, dijo Evelyn Figueroa, directora de proyectos del Centro Latino del Smithsonian y experta en salsa. “Trajo una diversidad de ritmos, hizo una diversidad de composiciones donde mezclaron de todo, y todo era fascinante, y esa creación, diversidad, hizo un cambio tremendo”.
La disquera, fundada en Nueva York en 1964 por el abogado Jerry Masucci y el director de orquestas Johnny Pacheco, fue importante porque promovió a nuevos talentos hispanos y porque se enfocó en la calidad musical, no en las ventas, agregó Figueroa. “La Fania hizo arte musical y eso es diferente de hacer música para vender.
Por eso ha perdurado, por su calidad de sonido, de composición, de ritmos”, agregó la experta. “Su meta era crear, no vender”. Músicos que ahora son referentes de la salsa contemporánea como Celia Cruz, Tito Puente y Rubén Blades también fueron parte del sello, así como luminarias como Eddie y Charlie Palmieri, Adalberto Santiago, Tite Curet Alonso, Papo Lucca, Yomo Toro, Ismael “Maelo” Rivera, Joe Cuba, Machito, Pete “El Conde” Rodríguez, Tito Rodríguez y Tommy Olivencia.
Todos estos artistas brillaron individualmente y en grupo con la Fania All Stars. El compañerismo del escenario se extendió a sus hogares y se volvieron más que grandes amigos: familia.
The Associated Press habló hace poco con Pacheco desde su casa en Nueva Jersey, minutos después de que Roena llegara de visita. “Me siento muy orgulloso de que cuando nos juntamos es como una reunión familiar, porque somos una familia”, dijo el maestro en referencia a su próximo concierto y las reuniones que siempre tienen en Puerto Rico y Estados Unidos.
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