La Casa Blanca advirtió ayer que el enfoque migratorio de los republicanos busca la deportación de los 11 millones de indocumentados que se calcula hay en EE.UU., después de que los conservadores presentaran la pasada noche un nuevo proyecto de ley para terminar con la llamada "acción diferida".
Una veintena de personas, entre activistas y líderes religiosos, fueron detenidas ayer frente a la Casa Blanca en una protesta pacífica de un centenar de defensores de los inmigrantes que se manifestaron contra las deportaciones.
"Es extraordinario que la Cámara de Representantes, después de tener más de un año para reformar nuestro quebrado sistema de migración, vote para restringir una herramienta de aplicación de la ley que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) utiliza para enfocar sus recursos en aquello que es prioritario", aseguró el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, en un comunicado.
El miércoles en la noche, los conservadores de la Cámara baja presentaron un proyecto de ley para impedir que el presidente Barack Obama amplíe la llamada "acción diferida" o DACA (por sus siglas en inglés), un programa que promulgó hace dos años para evitar las deportaciones de los jóvenes inmigrantes que llegaron al país siendo niños pero siguen en situación irregular, conocidos como "soñadores".
La extensión de este programa a los padres de dichos jóvenes es una de las opciones que está barajando Obama para actuar desde el Poder Ejecutivo y aliviar así a los millones de personas que están en riesgo de deportación, en respuesta a la negativa republicana de votar este año una ley de reforma migratoria integral.
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