La reaparición de Monica Lewinsky tras diez años fuera de los focos justo cuando Hillary Clinton prevé anunciar si competirá por la Presidencia obliga a la demócrata a soltar lastre de aquel escándalo de faldas y poder de su marido, el expresidente Bill Clinton, antes de comenzar la batalla electoral.
Monica Lewinsky, la exbecaria más recordada de la Casa Blanca, dice que ha vuelto a la palestra con una entrevista en Vanity Fair para pasar página, pero lo cierto es que todos los protagonistas de aquel culebrón presidencial de los años noventa parecen haberlo hecho menos ella.
En los 16 años que han pasado desde ese ‘affaire’, Bill Clinton ha logrado mantener unos índices de popularidad envidiables, se ha labrado una reputación como filántropo con su fundación y es uno de los grandes activos del Partido Demócrata para recaudar fondos y retener votantes.
Hillary Clinton, entonces la primera dama que hizo de tripas corazón y se quedó junto a su marido adúltero, es ahora la que acapara los titulares de prensa- su nombre es el que suena con más fuerza para la candidatura demócrata de las presidenciales de 2016, tras haberlo intentado en 2008 y haber sido senadora y jefa de la diplomacia de su país.
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