Por: Osiris De Leon
La Biblia nos relata, en el capítulo 27 del Evangelio
de Mateo, que los sacerdotes y los ancianos hicieron apresar a Jesús y lo
llevaron ante el gobernador Pilatos para que fuese juzgado por blasfemia, y que
éste al no encontrar ninguna culpa en aquel hombre mandó a buscar al famoso
presidiario Barrabás y preguntó a la multitud que a quién querían que diera la
libertad, si ¿a Jesús o a Barrabás?, pero los sacerdotes instigaron a la multitud
para que pidieran la libertad de Barrabás, y al preguntar Pilatos ¿qué hacer
con Jesús?, la multitud enardecida respondió: crucifícalo, crucifícalo.
Ante aquella imperdonable reacción populista, Pilatos
tomó agua, se lavó las manos, y dijo: inocente soy de la sangre de este hombre
justo; allá ustedes, y la multitud irreflexiva le respondió: pues que su sangre
caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos. Entonces Barrabás fue liberado,
Jesús fue crucificado y Pilatos nunca perdonado.
Para tomar correctas decisiones un gobernante debe tener cabeza fría, tal y como dijo Danilo Medina al iniciar su discurso ante la Asamblea Nacional este 27 de febrero, pues son muchas las presiones multisectoriales que muchas veces sólo buscan complacer el espíritu populista del momento, sin medir las consecuencias presentes y futuras de las decisiones gubernamentales.
Son muchos los legisladores, políticos y analistas que se han quejado del discurso de Danilo Medina por no haberse referido al controversial tema de la loma de Miranda, tema sobre el cual el gobierno no ha tomado ninguna decisión y por tanto no encajaba en la rendición de cuentas de las ejecutorias del año concluido. Y las preguntas serían las siguientes:
Para tomar correctas decisiones un gobernante debe tener cabeza fría, tal y como dijo Danilo Medina al iniciar su discurso ante la Asamblea Nacional este 27 de febrero, pues son muchas las presiones multisectoriales que muchas veces sólo buscan complacer el espíritu populista del momento, sin medir las consecuencias presentes y futuras de las decisiones gubernamentales.
Son muchos los legisladores, políticos y analistas que se han quejado del discurso de Danilo Medina por no haberse referido al controversial tema de la loma de Miranda, tema sobre el cual el gobierno no ha tomado ninguna decisión y por tanto no encajaba en la rendición de cuentas de las ejecutorias del año concluido. Y las preguntas serían las siguientes:
¿Es la loma
de Miranda más importante que la inversión del 4% del PIB en la educación, con
nuevas aulas, tanda extendida y aumentos salariales para maestros?
¿Es la loma
de Miranda más importante que la histórica renegociación del contrato estafa de
la Barrick Gold, y más importante que los ingresos que por esa renegociación ya
recibe el país?
¿Es la loma
de Miranda más importante que todas las carreteras y avenidas iniciadas o
concluidas por Danilo Medina en este primer año de gobierno?
¿Es la loma
de Miranda más importante que el inicio de la construcción de dos grandes
plantas a carbón que ayudarán a solucionar el problema eléctrico reduciendo
apagones y reduciendo el subsidio?
¿Es la loma
de Miranda más importante que las inversiones hechas en las mejorías del
sistema de salud y en farmacias populares?
¿Es la loma
de Miranda más importante que el inicio de la construcción de la presa de Monte
Grande, la que garantizará agua para irrigar 700 mil tareas de tierras agrestes
y agua para el acueducto regional Suroeste?
¿Es la loma
de Miranda más importante que la reubicación de la gente inundada de Boca de
Cachón y La Barquita?
¿Es la loma
de Miranda más importante que los miles de préstamos hechos por la Banca
Solidaria para pequeños productores del campo, productores que nadie tomaba en
cuenta?
¿Es el
discurso presidencial de cada 27 de febrero una rendición de cuentas o es una
Feria Populista?
¿Si el tema
de la loma de Miranda era tan importante para ellos y para el país, entonces
podía el presidente Medina limitarse a decir lo que ellos querían escuchar
sobre la loma de Miranda y de inmediato marcharse de la Asamblea, y lo hubiesen
calificado como un excelente discurso?
Al ver reacciones como estas, pienso en aquella
multitud judía que irreflexivamente gritaba ante Pilatos: crucifícalo,
crucifícalo.
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