Este martes las comisiones designadas por ambos gobiernos iniciarán un diálogo entre la República Dominicana y Haití. El principal tema que centrará la atención de este primer encuentro, y es posible que de otros próximos, será la cuestión migratoria.
Y como si fuera una ironía, al acreditar a nuestros delegados de prensa para cubrir las incidencias del inicio del diálogo, nuestro fotógrafo Daniel Duvergé fue rechazado porque no tenía visa estadounidense. Sin embargo, los haitianos cruzan por nuestra frontera como chivos sin ley y Haití se irrita cuando se producen deportaciones. Todas las naciones en el mundo establecen las reglas para que alguien entre a su territorio, pero hay una resistencia para que la República Dominicana lo haga, sobre todo en el caso de los haitianos.
La mayoría de los dominicanos no están muy confiados en los resultados de este diálogo, pero nuestros comisionados deben saber que estarán siendo observados y que sus posturas deberán están acorde con el interés nacional. El diálogo es necesario entre dos naciones vecinas, pero ambas conservando su soberanía. En colaboración permanente, pero sin sacrificios exagerados para una de ellas.
Y, sobre todo, cuando quien lo hace es además denunciada como abusador. Es lo que ha estado sucediendo en las relaciones de la República Dominicana y Haití. Este inicio de diálogo debe servir para poner las cosas en su lugar y para sacar resultados positivos en los aspectos agendados entre ambas naciones.
Ambas comisiones estarán conversando sobre las cuestiones migratorias, el comercio, la seguridad, y es casi seguro que se abordará el asunto impositivo que ha sido un interés de Haití. Roguemos por alcanzar buenos resultados.
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