Durante los festejos navideños y de fin de año es muy frecuente que incurramos en excesos. En consecuencia el aparato digestivo soporta comida grasosa, gran cantidad de dulces y bebidas alcohólicas al por mayor. De esta forma, responde a la agresión mediante un sin número de síntomas.
La doctora Rosa María Abraham, Gastroenteróloga-Endoscopista expresa que “como las comidas son abundantes, generalmente suelen haber sobrantes y en estos hay peligros de que al ser mal manipulados y/o conservados puedan ser un riesgo para la salud”.
Explica que una vez cocinados, llevados a la mesa, y haber sufrido cambios de temperatura, si no seguimos estándares de adecuada manipulación y almacenamiento aumenta el riesgo de contaminación, produciendo estos entero-toxinas responsables de los síntomas de las intoxicaciones alimentarias. “Es por eso que hay que cumplir con ciertas normas de conservación para evitar intoxicaciones alimentarias”.
La doctora Abraham, con su consultorio en Hospiten Santo Domingo, dice que los alimentos cocinados deben consumirse, refrigerarse o congelarse en un plazo máximo de dos horas, pasado este tiempo e incluso antes si la temperatura ambiente es muy alta y ya que los alimentos no son estériles, podrían reproducirse las bacterias hasta alcanzar niveles nocivos.
Entre los agentes patógenos más frecuentes en las intoxicaciones la doctora Abraham citó:
E. coli., adquirido generalmente por: Carne de res cruda o poco cocinada. Productos frescos crudos. Leche cruda. Jugos de fruta sin pasteurizar. Agua contaminada
• Salmonella, adquirida generalmente por: los huevos crudos y todos los derivados en cuya elaboración se utiliza huevo crudo. Aves crudas o poco cocinadas. Alimentos ya elaborados que se dejan a temperatura ambiente durante varias horas.
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