Ante que lamentarlo, el senador de La Vega, Euclides Sánchez, celebra que Falcondo haya cesado sus operaciones en la provincia Monseñor Nouel. Porque –aduce- “el empleo que genera la explotación minera es nocivo para la vida”. Ese alegato no lo comparten los cientos de trabajadores y sus familiares que no saben cómo ahora se ganarán la vida ni tampoco quienes protestaron ante el Congreso por la decisión de la compañía minera.
El consuelo del congresista para los afectados por la decisión de Falcondo es que las aguas provenientes de Loma Miranda, cuya declaratoria de parque nacional coincidió con el anuncio de la empresa, crean solo en plantaciones de arroz y vegetales 35 mil empleos directos y otros 50 mil indirectos. Y de paso acotó que la preservación y sostenibilidad ambiental no pueden estar supeditadas a la explotación de los recursos naturales. Por más que sea como alegue el legislador por lo menos al caso de los más de 1,500 trabajadores que quedarán cesantes habrá que encontrarle algún tipo de salida. Ese es el gran problema.
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