El Gobierno estadounidense denunció hoy que el régimen de Bachar al Asad ha usado gas sarín y comenzó así una campaña para convencer al Congreso de la necesidad de atacar Siria en represalia y en la que el presidente Barack Obama se juega su credibilidad como líder mundial.
El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, fue el encargado de iniciar esa campaña con apariciones en las principales cadenas de televisión del país en las que sostuvo que su país tiene pruebas de que el régimen sirio usó gas sarín en el ataque con armas químicas en la periferia de Damasco del pasado 21 de agosto.
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