La policía traslada a Francisco José Garzón Amio (apenas visible en el centro atrás) a declarar en un juzgado de Santiago de Compostela, España, el domingo 28 de julio de 2013.
El conductor del tren que se descarriló en España a alta velocidad fue acusado provisionalmente el domingo de múltiples cargos de homicidio por negligencia pero quedó en libertad.
Un comunicado de la corte indicó que Luis Alaez, juez a cargo de la investigación, dejó en libertad condicional a José Garzón Amo sin requerirle fianza.
El conductor deberá comparecer en la corte una vez por semana y tiene prohibido abandonar España sin autorización, agregó el texto.
Garzón conducía el tren, que transportaba a 218 pasajeros en ocho vagones, muy por encima del límite de velocidad (80 kilómetros por hora) sugerido para una curva peligrosa, lo que provocó que el ferrocarril se saliera de la vía y chocara contra un muro de concreto. Murieron 79 personas.
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