“Los pilotos nunca mueren; vuelan más lejos para estar cerca de Dios”
Con lágrimas, palabras de dolor y al mismo tiempo clamor a Dios para aceptar la “partida a destiempo” de los oficiales de la Fuerza Aérea Dominicana (FAD) Rafael Eduardo Sánchez Astacio y Carlos Manuel Guerrero Guerrero, familiares, compañeros y amigos de los pilotos los despidieron ayer cuando fueron enterrados en el cementerio Parque del Prado, en Guerra.
Los féretros fueron conducidos al cementerio antes del mediodía, seguidos por familiares compungidos y tristes que se unieron en un camino que se originó en barrios diferentes.
Luego de ser velado en la funeraria Blandino de la avenida Sabana Larga junto a su compañero de vuelo, Sánchez fue trasladado a la iglesia de Cristo Rey, donde sumidos en llanto sus vecinos abarrotaron el templo para despedir al “orgullo del barrio”.
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