Ser primera dama en EEUU es "el trabajo no pagado más duro del mundo", sentenció en una ocasión la esposa del expresidente Richard Nixon, una opinión que parecen compartir muchas de las 41 mujeres que han ocupado "el cargo".
La pionera de las primeras damas, Martha Washington, escribió ya en el siglo XVIII numerosas cartas en las que compartía no solo la parte más agradable del trabajo, sino también la más difícil de sobrellevar, unas reveladoras intimidades recopiladas, junto a las de muchas de sus sucesoras, por el Museo Nacional de Mujeres Escritoras Americanas.
Comentarios