El presidente de EE.UU., Barack Obama, urgió hoy a tomar medidas para que las "armas de guerra" no sigan en las calles durante un discurso en Minneapolis (Minesota), una ciudad que ha logrado reducir en un 40 % la violencia armada entre sus jóvenes.
"Si hay una sola vida que podamos salvar, tenemos la obligación de intentarlo", subrayó Obama en su primer viaje fuera de Washington para impulsar sus propuestas encaminadas a un mayor control de las armas y a lograr apoyo ciudadano.
El presidente, que dijo que "es hora" de tomar medidas "de sentido común", volvió a expresar que es necesario prohibir la posesión de armas de asalto y de cargadores de alta capacidad, así como establecer un sistema universal de revisión de antecedentes.
"Las armas de guerra no pueden tener lugar en nuestras calles, en nuestras escuelas, ni amenazar a nuestros oficiales encargados de hacer cumplir la ley", remarcó Obama durante su discurso en el Departamento de Policía de Minneapolis.
De entre las medidas que impulsa Obama la prohibición de las armas de asalto, que debe ser aprobada en el Congreso, es la que más reticencias despierta entre los legisladores de su propio partido.
Comentarios