Los detalles aflorados sobre la muerte de un profesor del liceo Fidel Ferrer no pueden ser más aterradores. Silvestre Montilla (Reinaldito), profesor de arte y padre de siete hijos procreados con su esposa Criscelda Rodríguez, habría sido secuestrado por tres hombres armados que penetraron al salón donde impartía docencia y le pidieron que los acompañara “para no matarlo en el aula”.
Horas después el educador fue hallado con varios disparos, pero aún con vida, en unos matorrales en los alrededores del hipódromo V Centenario por un vendedor de neumáticos que lo trasladó a un hospital de la zona, donde murió.
La historia del secuestro narrada por testigos ratifica la dimensión alcanzada por la inseguridad, la crisis de autoridad y la impunidad. La Policía baraja la hipótesis de que el profesor fue secuestrado y eliminado por sicarios contratados por un prestamista con quien tenía una deuda de 300 mil pesos.
Inquieta que en lugar de una querella el supuesto prestamista optara por contratar matones para saldar el compromiso. Ante el incremento de los crímenes por encargo, las circunstancias en que se asegura murió el profesor del liceo Fidel Ferrer son escalofriantes. Y constituyen otro llamado de alerta en materia de seguridad.
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