En Navidad a todo el mundo le gusta bailar, “echar un pié” al ritmo de un merengue “derecho”, o tradicional, o dejándose envolver del “amargue” de una cadenciosa bachata. Y ni hablar cuando se trata de un aguinaldo pascual, al estilo de “allá arriba veo….(Aguinaldo Dominicano).
Lo ideal es hacerlo con una reputada orquesta y/o con interpretes que ocupan primeros lugares en la preferencia popular, pero no siempre esto está al alcance que todos quisieran, pero no pueden por los altos costos que esto implica. Entonces lo que se impone es buscar alternativas viables, para de una forma u otra, “sacarle brillo a la hebilla”.
Para grupos sociales diversos, constituye una buena alternativa, contratar conjuntos pequeños, de músicos con chispa y “guataca”(veteranía). Estamos hablando de piano, saxo, guitarra bajo y trompeta, acompañados por una caja rítmica que brinda todo tipo de acompañamientos sonoros. 5 músicos en tarima.
También existe, como otra alternativa, el cantante versátil, que se hace acompañar de una computadora, con todas las pistas que usted se pueda imaginar, de las grandes figuras del canto, de todas las épocas. Conozco uno que es sencillamente formidable, nunca le falta trabajo y canta fijo, inclusive, algunos días de la semana, en prestigiosos clubes sociales.
Hay quienes prefieren la música típica, tirándose al ruedo al ritmo de un “perico ripiao” (guira, tambora y acordeón) o de un “peri combo”, (todo lo antes citado, más un saxofón y una guitarra bajo).
Economizar y darle un respiro al bolsillo, siempre será imperativo para muchos en estos tiempos de reforma o “paquetazo”, y bailar en Navidad, no es una excepción, al fin y al cabo, lo importante es, como decía Juancito Trucupey, “bailar un buen merengue con una hembra bien sabrosa”.
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