Por MARINO BAEZ
Este destape lo reflexiono
entrecomillando la cita de Cesare Beccaria, que dice “La
finalidad del castigo es asegurarse de que el culpable no reincidirá en el
delito y lograr que los demás se abstengan de cometerlo”.
La retahíla corruptiva
engullida por el ex presidente Leonel Fernández Reyna y varios miembros de su
asociación de malhechores en el palacio, está siendo desenmascarada por el
doctor Guillermo Moreno, quien acaba de poner el dedo en la llaga pidiéndole a
los dominicanos sensatos, transparentes, moralistas y con visión de servicios
en la administración pública que se levanten para hacer justicia en contra de
quienes han usufructuado los bienes del Estado.
Los ciudadanos que tienen
la oportunidad de elegir cada cuatro años al presidente, legisladores, síndicos
y regidores, no pueden seguir permitiendo el robo desmesurado de los bienes
públicos, a merced de los impuestos que pagan sin ser devueltos en obras que
favorezcan a los sectores más empobrecidos.
“La transparencia
debe ser la primera oferta de campaña de los candidatos que aspiran a manejar
el Estado, pero transparencia sin demagogias”, porque Leonel Fernández, con
Félix Bautista, Víctor Rúa y otros, salieron a predicar la moral ofreciéndole
al pueblo la mejoría sinequanon, sin embargo su discurso estuvo dirigido a
enriquecerse ilícitamente.
El hecho de que el
presidente de la Alianza País, a través de sus abogados depositara una demanda
contra el ex presidente y sus cómplices en la Procuraduría General de la
República, es una muestra de que estamos avanzando, lo que debe ser apoyada sin
dar marcha atrás, presionando al presidente Danilo Medina para que permita que
se aplique justicia aunque Leonel sea el presidente del partido oficialista y
tenga a Margarita Cedeño como contraparte.
Si Leonel Fernández
es llevado al banquillo de los acusados solo gana Danilo Medina, porque se
consagraría con el pueblo dominicanos y demostraría que está en contra de la
corrupción administrativa, además, con el perfil que consagra al Procurador
General de la República, Francisco Domínguez Brito, es su deber abrir un
proceso de investigación hasta tanto este grupo de tigueres les rindan cuentas
al Estado, porque como dijo Barón de Montesquieu “La ley debe ser como la
muerte, que no exceptúa a nadie”.
La Reforma Fiscal no
se puede permitir sin que antes los autores materiales e intelectuales del robo
a corto, mediano y largo plazo de los recursos del Estado, aclaren donde fueron
a parar esos recursos, aunque estamos más que claros que donde están es en los
bolsillos de Leonel Fernández y su camarilla de funcionarios y es ahí donde los
legisladores deben masificar el déficit que nos quieren imponer.
Responder a la
solicitud de justicia que hace Guillermo Moreno es cumplir con el mandato del
porcentaje más alto de la sociedad, porque “la sociedad está bien ordenada
cuando los ciudadanos obedecen a los magistrados y los magistrados a las leyes”.
El autor es
periodista
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