Por MARINO BAEZ
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Leonel Fernández, injuriado de palabra y lisonjeado, alabado, halagado, adulado, agasajado, elogiado por “moralistas y patriotas” entrecomillados.
La óptica de la campaña sucia promovida por Leonel Fernández- según predica- para desmeritarlo políticamente, tiene su esencia en el derroche político de los recurso
s del estado y en dejarles el país a sus funcionarios para que durante los últimos ocho años lo manejaran a su libre albedrío, actuando como las aves carroñeras.
En los albores de la historia dominicana no había pasado un presidente tan corrupto; y que a raíz de las protestas escenificadas en toda la geografía nacional, por un pueblo enardecido que decidió quitarse las vendas para reclamar transparencia en la administración pública, el ex inquilino de palacio se hace la victima calificando los reclamos de la mayoría como una “campaña de denuestos” que busca desmeritarlo y restarle apoyo político, a pesar de que las recientes encuestas datan que este debe ser juzgado y condenado por los tribunales de justicia.
“Se debe predicar con el ejemplo” como quiere hacerlo el presidente Danilo Medina y ese gesto de transparencia del mandatario debe tener principalía acogiendo las demandas de los miles de dominicanos que con optimismo y nacionalismo exigen que malversadores de los fondos públicos sean condenados, claro, siempre tomando en consideración los parámetros de la justicia divina impuestos por el Dios Todopoderoso.
Es un irrespeto a la dignidad humana, al sentir nacionalista, y un acto de irresponsabilidad, el apoyo a la corrupción, al despilfarro y al derroche inconmensurado de dinero, puesto en el pedestal histórico durante un encuentro patrocinado por miembros del Movimiento 14 de Junio, denominado “Bloque Histórico Patriótico”, que de patriota no tiene nada.
Patriotas son todos aquellos dominicanos que reclaman la devolución de 187 mil millones de pesos despilfarrados por la administración pasada, para evitar que el bien intencionado gobierno de Danilo Medina le cargue más impuestos a la gasolina, para regalárselo a los empresarios del transporte, los medicamentos y los artículos de la canasta familiar, entre otros efectos multiplicadores de la reforma fiscal.
Los movimientos de protestas y los juicios populares contra Leonel Fernández deben fortalecerse, porque en ellos se vislumbra el más profundo sentir patriótico, manifestado en la lucha pertinaz, no así en la absoluta participación manipuladora, mediática y grosera, como se pretende confundir a la población.
Los logros promovidos por el ex mandatario absolutista, carente de dignidad y oportunista del poder político, son logros fallidos apoyados por un grupo de cantorcitas que en principio lucharon por la libertad y que en la actualidad han decidido apoyar la corrupción gubernamental, haciéndolo vergonzosamente en un acto público, por lo que nos preguntamos ¿donde está la moral predicada por esos revolucionarios, contra la tiranía y en favor de la socialdemocracia?.
El autor es periodista
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