Muchos empleados estadounidenses dedicaron hoy su pausa en el trabajo para hacer fila en los quioscos y comprar un boleto de lotería, alentados por un suculento premio de 550 millones de dólares, el segundo mayor de la historia del país.
Durante las últimas horas de venta se han comprado unos 130.000 boletos por minuto en todo el país, seis veces más que hace una semana, informó el director de la Asociación de Lotería Multiestatal, Chuck Strutt.
Comentarios