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| Ramón Francisco Romám |
Desde hace más de veinte días el señor Ramón Francisco Román de la Cruz, de 45 años, vive en un infierno, con temor de ser asesinado en cualquier momento por miembros de la Policía Nacional, quienes después de propinarle una paliza al detenerlo lo amenazan con matarlo para que desista de denunciar la tortura a que lo sometieron.
Román de la Cruz está paranoico y su madre dice que está "un poco loco" desde que el pasado 22 de agosto fue detenido en horas de la madrugada cuando transportaba al sector de Villas Agrícolas a un pasajero en su motor.
Acusa al teniente de la Policía, Jesús Reynoso y otro miembro de la institución al que solo identifica como D' Oleo, mejor conocido como "Jurón", de perseguirlo.
Afirma que no le interesa hacerle daño a nadie, pero lo que hicieron con él en el destacamento policial del Mercado Nuevo fue "un abuso", de acusarlo como ladrón, golpearlo por todas partes entre varios policías, razón por la que perdió su empleo y lo ha obligado a gastar mucho dinero en tratamiento para su cura y a vender su motor, el cual le servía también de sustento.
Solo identificó a Reynoso y a Jurón, quienes fueron que lo detuvieron en la Calle Manuel Alejandro Ibarra, en Villas Agrícolas, y le propinaron los primeros golpes con sus armas de reglamento. Ya en el destacamento otros policías lo golpearon, pero no logra recordar sus rostros.
Con documentos en mano, que incluye una constancia de buena conducta de la Procuraduría General de la República, Román de la Cruz explica que trabajaba como camarero en las discotecas Power y Dugout, de Villa Mella, donde dice le "iba bien" porque en los días que laboraba en esos establecimientos era el único camarero.
Se vio obligado a abandonar los trabajos porque los policías lo tenían en zozobra persiguiéndolo. También debió vender su motor para poder costear los tratamientos por la golpiza, a pesar de que con ese vehículo también "picaba" en las horas libres.
Román de la Cruz ha puesto la denuncia en la Fiscalía y en Asuntos Interno de la Casa de Guardia, donde afirma no han sometido a sus agresores. Hizo un llamado al jefe de la Policía, José Armando Polanco Gómez, para que tome las medidas de lugar y que los agentes policiales que abusan de la ciudadanía sean sancionados.
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