BONAO.-La jefatura de la
Policía se juega su autoridad y eficacia con el operativo que ha anunciado para
enfrentar la criminalidad en Bonao. La violencia en la comunidad ha alcanzado
notas tan tenebrosas que desde hace tiempo constituyen un desafío para las
autoridades.
Entre
los casos más dramáticos figuran el de una madre que fue secuestrada y luego
los restos fueron encontrados calcinados, así como el del joven de 20 años que
fue decapitado para despojarlo de 20 mil pesos y una Passola.
De
febrero a la fecha se estima que más de 20 jóvenes han muerto a causa de la
enardecida ola de violencia que tiene en ascuas a los residentes en Bonao. Para
combatir la inseguridad, el jefe de la Policía, José Armando Polanco Gómez, se
comprometió a reforzar el patrullaje y dotar a los agentes de dos camionetas,
chalecos antibalas y de un cuartel móvil.
Es
posible que el patrullaje no sea la única respuesta frente a la dimensión del
problema. Con la medida se acepta que la violencia en Bonao, de la que fue
víctima hasta el merenguero Héctor Acosta, tiene mucho que ver con la falta
de mayor patrullaje. A Acosta, después de encabezar una masiva marcha
contra la criminalidad, le violentaron su vehículo para robarle una computadora
y otros equipos.
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