Las autoridades de Colombia tienen pistas que permitirían rescatar al secuestrado ingeniero de Bonao José Rafael Sánchez Valerio (Rafa), reveló ayer su esposa, la colombiana María Margarita Betancourt.
La esposa del empresario agrícola de 57 años, aclaró que las autoridades de su país han puesto mucho empeño en localizar al profesional dominicano, pero aclaró que sólo le informan lo necesario.
Sánchez Valerio fue secuestrado a las 3:30 de la tarde del viernes 29 de junio cuando salió de su finca en Minca, una localidad a 14 kilómetros del departamento de Santa Marta en el estado de Magdalena.
Explicó que hace 13 días se comunicó por última vez con los secuestradores de su esposo que en principio reclamaron 50 millones de pesos para liberarlo.
Expresó que no ha vuelto a saber nada, pero está muy optimista de que esté vivo y que volverá en salud, aunque no sabe si le están suministrando los medicamentos que a diario tiene que tomar por padecer de glaucoma, hipertensión y la diabetes.
“Pienso que entre los secuestradores de mi esposo están vinculados un grupo de personas en Sierra Nevada y Santa Marta que viven chantajeando a los empresarios agrícolas”, manifestó.
Betancourt reveló que lleva 25 años casada con el dominicano oriundo de Bonao.
En declaraciones por teléfono con este redactor, Betancourt dijo que nadie en la zona denuncia las amenazas y los chantajes de esos grupos, por temor y miedo, pero que ya las autoridades trabajan en torno a su denuncia, porque no se amedrentan.
“Es una situación horrible, es estresante, hoy hace 15 días de la última llamada que recibí de los secuestradores y 17 de ser secuestro. He tenido mucha angustia, sin saber lo que está pasando”, indicó acongojada la pareja del ingeniero secuestrado.
Dijo que las autoridades colombianas han puesto mucho interés por localizar el paradero de su esposo, pero que solo le informan lo necesario.
Sánchez Valerio es un ingeniero dominicano que se radicó hace 35 años en Colombia y casó con Betancourt, hace 25 años y con quien no tiene hijo, pero sí criaron a su pequeña Rosmery (Suamerita), que hoy cuenta con 26 años y es una profesional.
Tienen una hija que la aportó al matrimonio Rafa, que la tuvo con una dominicana, que según Betancourt “es una niña preciosa que siempre estuvo a mi cuidado, que ya es profesional, muy estudiosa y ilustrada”.
Explicó que hace 16 años compraron esa finca agrícola, de 24 héctáreas, donde cultivan y venden flores nacionales y para la exportación, la que por su desarrollo han ampliado. Dijo que está en la Sierra Nevada, a 20 minutos de Santa Marta.
Reconoció que se vive en la zona una época muy violenta, donde incursionan paramilitares y otros grupos delictivos.
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