El presidente Leonel Fernández planteó ayer ante la ONU que la excesiva inestabilidad en los precios de los alimentos y el petróleo ha generado una tragedia humana de proporciones colosales a escala global, creando una grave preocupación, inestabilidad política y un problema de inseguridad alimentaria a millones de personas alrededor del mundo.
Al participar en un panel sobre ese tema en la sede de la Organización de las Naciones Unidas, recordó que en el 2008 se desató una crisis global y sentimos mundialmente el impacto en el incremento de los precios de los alimentos y del petróleo, lo cual alcanzó su nivel máximo en el verano de ese año.
Dijo que, aunque no con la misma intensidad, el mismo fenómeno se repite creando una situación de incertidumbre en los mercados, lo cual generó un ambiente de volatilidad en los precios de alimentos, lo que unido al incremento de la inflación, el déficit fiscal y la devaluación de la moneda han provocado un fuerte impacto en la estabilidad macroeconómica de muchos países.
INCREMENTO DE LA POBREZA
Fernández señaló que "como resultado de esa situación cerca de 150 millones de personas más, en adición a los 925 millones ya afectados sufrieron de hambre alrededor del mundo en el 2009 “. El mandatario consideró que “un hombre hambriento es un hombre enojado y eso hizo que más de 60 naciones en todo el mundo se vieran afectadas por revueltas generadas, provocando a su vez, inestabilidad política".
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