El multimillonario Juan Luis Guerra, es un artista discreto, no es de mucho hablar con los medios. Incluso, sus proyectos humanitarios los cubre con esa sombrilla. “Simple y llanamente, cuando realizo un trabajo benéfico se lo muestro al Señor, le digo mira lo que te estoy dando padre, eso es para ti. Cuando hago un bien social es porque Dios me lo pone en el corazón, se lo dedico a Él, la función es agradar al Señor, esa es mi prioridad”, sostiene con firmeza.
Pero no critica a los demás artistas que publicitan cada obra que hacen. “Principalmente cuando se tiene la necesidad de decir hacia dónde va ese dinero cuando se trata de una fundación. Si recibo un cheque de una compañía tengo la necesidad de decir en qué se invierte”, sostiene.
A través de su Fundación 440, el artista ayuda principalmente a niños del hospital Robert Read Cabral, en especial a quemados e hidrocefélicos, y ahora también a los envejecientes
Pero no critica a los demás artistas que publicitan cada obra que hacen. “Principalmente cuando se tiene la necesidad de decir hacia dónde va ese dinero cuando se trata de una fundación. Si recibo un cheque de una compañía tengo la necesidad de decir en qué se invierte”, sostiene.
A través de su Fundación 440, el artista ayuda principalmente a niños del hospital Robert Read Cabral, en especial a quemados e hidrocefélicos, y ahora también a los envejecientes
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