Un atacante que disparó y mató al menos a 84 personas en un campamento juvenil del partido gobernante de Noruega convirtió un “paraíso adolescente en un infierno”, dijo el sábado el primer ministro noruego, Jens Stoltenberg. “Muchos de los que perdieron sus vidas eran personas a las que yo conozco. Yo conozco a los jóvenes y conozco a sus padres”, dijo en una conferencia de prensa.“Y lo que más duele es que este lugar en el que he estado cada verano desde 1979, y donde he experimentado la alegría, el compromiso y la seguridad, ha sido golpeado por una violencia brutal -un paraíso adolescente ha sido transformado en un infierno”, agregó. “Lo que ocurrió en Utoeya es una tragedia nacional”, dijo respecto a la festividad en la pequeña isla boscosa que era escenario de un campamento del ala juvenil del Partido Laborista. “Desde la Segunda Guerra Mundial nuestro país no ha visto un crimen mayor”, declaró.
El primer ministro dijo que no quería especular sobre los motivos de los ataque, pero agregó: “Comparados con otros países, yo no diría que tenemos un gran problema con los extremistas de derecha en Noruega. Pero nosotros hemos tenido grupos, los hemos seguido antes, y nuestra policía está al tanto de que hay algunos grupos de derecha”.
“Ha habido algunos grupos de ese tipo en Noruega, pero nuevamente no voy a especular. Nosotros esperaremos a la investigación de la policía antes de decir cualquier cosa sobre el caso”, agregó.
La policía dijo que al menos 84 jóvenes habían muerto, así como empleados en las oficinas del Gobierno en Oslo, donde una bomba mató a siete personas anteriormente el viernes.
“Está más allá de la comprensión y es como una pesadilla. Una pesadilla para los jóvenes que murieron, para sus cercanos: madres, padres y hermanos que han debido enfrentar la muerte de manera brutal. Pero también para los sobrevivientes y sus familiares”, dijo Stoltenberg.
“Todos y cada uno de los que estuvo presente en Uteoya ha sido herido de por vida. Jóvenes que han experimentado cosas que nadie debería, temor, sangre y muerte”, sostuvo.
“Ha habido algunos grupos de ese tipo en Noruega, pero nuevamente no voy a especular. Nosotros esperaremos a la investigación de la policía antes de decir cualquier cosa sobre el caso”, agregó.
La policía dijo que al menos 84 jóvenes habían muerto, así como empleados en las oficinas del Gobierno en Oslo, donde una bomba mató a siete personas anteriormente el viernes.
“Está más allá de la comprensión y es como una pesadilla. Una pesadilla para los jóvenes que murieron, para sus cercanos: madres, padres y hermanos que han debido enfrentar la muerte de manera brutal. Pero también para los sobrevivientes y sus familiares”, dijo Stoltenberg.
“Todos y cada uno de los que estuvo presente en Uteoya ha sido herido de por vida. Jóvenes que han experimentado cosas que nadie debería, temor, sangre y muerte”, sostuvo.
Comentarios