Las miles de armas de fuego que dice la Policía haber recuperado en diferentes operativos contribuyen con la seguridad de la ciudadanía, aunque la acción también plantea múltiples desafíos. Ha de tomarse en cuenta que por la inseguridad que prevalece en las calles, muchas personas buscan los medios de hacerse de un revólver o una pistola, aún de manera ilegal, únicamente para protegerse. De ahí que procede una exhaustiva depuración sobre la confiscación de los artefactos. Al alegarse que la mayoría son introducidos ilegalmente a través de la frontera con Haití se tiene entonces que pensar en reforzar los controles en la zona, pero no con enunciados, sino con medidas concretas. Pero además hay que determinar cómo las armas de diferentes calibres llegan a manos de civiles y delincuentes que las utilizan para acribillar y cometer fechorías. Puede que se esté en presencia de lo que puede ser un jugoso negocio, de variadas ramificaciones. La incautación del arsenal, más de tres mil armas en 90 días, parece justificar los operativos de la Policía, pero con la salvedad de que se ajusten a la ley y no se incurra en abusos contra la población. De todas formas, la Policía mejora la seguridad con cada arma ilegal que incauta en la calle.
Las miles de armas de fuego que dice la Policía haber recuperado en diferentes operativos contribuyen con la seguridad de la ciudadanía, aunque la acción también plantea múltiples desafíos. Ha de tomarse en cuenta que por la inseguridad que prevalece en las calles, muchas personas buscan los medios de hacerse de un revólver o una pistola, aún de manera ilegal, únicamente para protegerse. De ahí que procede una exhaustiva depuración sobre la confiscación de los artefactos. Al alegarse que la mayoría son introducidos ilegalmente a través de la frontera con Haití se tiene entonces que pensar en reforzar los controles en la zona, pero no con enunciados, sino con medidas concretas. Pero además hay que determinar cómo las armas de diferentes calibres llegan a manos de civiles y delincuentes que las utilizan para acribillar y cometer fechorías. Puede que se esté en presencia de lo que puede ser un jugoso negocio, de variadas ramificaciones. La incautación del arsenal, más de tres mil armas en 90 días, parece justificar los operativos de la Policía, pero con la salvedad de que se ajusten a la ley y no se incurra en abusos contra la población. De todas formas, la Policía mejora la seguridad con cada arma ilegal que incauta en la calle.
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