Desde su fatídico asesinato ocurrido un día como hoy de 1975, la figura del periodista Orlando Martínez se ha consolidado como un mártir del buen periodismo. Pese a los 36 años transcurridos desde aquel 17 de marzo, con todo y que al menos los autores materiales han sido condenados, la indignación y el horror todavía laten en la conciencia de los sectores comprometidos con la libertad y el derecho a la información. Cada aniversario del luctuoso suceso fortalece la convicción de que la intolerancia es uno de los enemigos más encarnizados de la libertad de expresión y difusión del pensamiento. Orlando, quien a la hora de su vil asesinato era columnista de El Nacional y director ejecutivo de la revista ¡Ahora!, ejercía un periodismo responsable y sin temor. Pagó con su vida su compromiso con la verdad, que exponía con valentía. Por todas las condiciones que adornaban su ejercicio se ganó el respeto y la admiración de importantes sectores. Hoy se le recuerda como un mártir de la libertad y un referente sobre el ejercicio periodístico.
Esta foto del periodista Miguel Hernández, muestra a este pobre joven (indigente), con varios meses recoriendo las calles de Bonao, sin que las autoridades competente hagan algo al respecto. Este pobre ser humano, tiene más de dos meses “viviendo” donde le coja la noche, esta tarde estuvo paseando frente al cuartel policial de aquí de Bonao, el guardia de servicio lo vió y dijo "Ni palla voa mira", en la misma entrada principal de la dotación policial fue fotografiado por el periodista Hernández . Este indigente desnutrido y falta de cucharas, se baña desnudo y hace sus necesidades fisiológicas a la vista de todo el mundo. La permanencia a la intemperie, harapiento y desnutrido de este pobre loco, se ha convertido en espectáculo para los transeúntes que a diario se desplazan a pie y en vehículos por calles de Bonao. El hombre, con visibles signos de trastornos mentales, tiene su mente en blanco, por lo que las autoridades de Salud Pública tienen que hacer algo para que el es
Comentarios