BONAO.-Los años y la fuerza de las aguas del río Yuna han carcomido las bases del puente que sobre éste río se construyó en el año 1934 para permitir la intercomunicación entre decenas de comunidades de aquí.
A la estructura sólo la sustentan los pilotillos de aceros, que desarropados y torcidos, avisan y se quejan de que ya no pueden más con el puente. Y es que el puente cumplió su vida útil, como lo demuestra su progresivo deterioro, su estrechez para la demanda vehicular del día a día, y los más de 50 años transcurridos desde su construcción.
Las imágenes de las bases del puente asustan, sobre todo por el caudal del río que tiende a aumentar en volumen y fuerza durante la temporada ciclónica, lo que nos hace pensar en la posibilidad, de que en un momento, la carcomida base no resista la embestida de una corriente de agua, o sencillamente el peso de los años y su actual deterioro.
Pero esto parece no importar al ministro de Obras Públicas, Víctor Díaz Rúa, quien no cumplió con la orden de evaluar las condiciones de la estructura, y así determinar si procedía la reconstrucción o construcción de este importante puente.
No queremos vivir el traumático episodio del probable derrumbe de este puente y sus desagradables secuelas, por lo que apelamos al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones para que lo antes posible, intervenga el puente y al menos prolongue su vida y evite su colapso definitivo. Señor ministro ¡repárelo que se va a caer!
A la estructura sólo la sustentan los pilotillos de aceros, que desarropados y torcidos, avisan y se quejan de que ya no pueden más con el puente. Y es que el puente cumplió su vida útil, como lo demuestra su progresivo deterioro, su estrechez para la demanda vehicular del día a día, y los más de 50 años transcurridos desde su construcción.
Las imágenes de las bases del puente asustan, sobre todo por el caudal del río que tiende a aumentar en volumen y fuerza durante la temporada ciclónica, lo que nos hace pensar en la posibilidad, de que en un momento, la carcomida base no resista la embestida de una corriente de agua, o sencillamente el peso de los años y su actual deterioro.
Pero esto parece no importar al ministro de Obras Públicas, Víctor Díaz Rúa, quien no cumplió con la orden de evaluar las condiciones de la estructura, y así determinar si procedía la reconstrucción o construcción de este importante puente.
No queremos vivir el traumático episodio del probable derrumbe de este puente y sus desagradables secuelas, por lo que apelamos al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones para que lo antes posible, intervenga el puente y al menos prolongue su vida y evite su colapso definitivo. Señor ministro ¡repárelo que se va a caer!
Comentarios