La primera fue en Nueva York, después en Santiago, luego el Distrito Nacional y ahora estan instalando en esta provincia. Las vallas de promoción de una repostulación del presidente Leonel Fernández, o en su defecto de la candidatura de la primera dama, Margarita Cedeño de Fernández, no son ya acciones aisladas, sino que obedecen a un plan orquestado desde o fuera del poder.
Tanto el mandatario como su esposa, cuyo último concepto de campaña es “Llegó Mamá”, una especie de segunda parte del invento de los perredeístas “Llegó Papá”, para promocionar al ex presidente Hipólito Mejía, han negado que se trate de una campaña dirigida a los comicios presidenciales del 2012.
Las vallas fueron colocadas cuando aún la Junta Central Electoral no había proclamado a los ganadores de las elecciones municipales y congresuales de las elecciones pasadas, y de inmediato la primera dama negó que haya autorizado tal campaña, y que sólo estaba trabajando en ayudar a los pobres.
“En cualquier caso la última palabra la tiene el pueblo”, fue la expresión del presidente Leonel Fernández al referirse a la reelección, y concluyó con una expresión similar a la de su esposa: “como Presidente estoy dedicado a trabajar para hacer un buen gobierno”.
Sin embargo, después de eso la cantidad de vallas en el país se ha triplicado, al igual que los mensajes que las adornan, e igual ocurre con la primera dama que de: “Con ella seguimos con él”, pasaron al concepto “Por la familia, los valores y el progreso”, para optar por “Llegó mamá”.
Con el mandatario también se han probado varios conceptos de promoción continuista, comenzando por “El destino”, que es una valla con una imagen del mandatario mirando hacía el infinito.
Posteriormente, y como respuesta a la declaración de Fernández, surgió la valla “Porque él no se pertenece y el pueblo se lo merece”. La más reciente fue la de Cabral, en Barahona: “Leonel, necesidad nacional”.
Nadie se ha responsabilizado del alquiler de las costosas vallas, aunque dada la disciplina interna que caracteriza al PLD, los observadores ponen en dudas que se hiciera la campaña sin por lo menos informarlo al Presidente.
Igual opinión es la relacionada con el caso de su esposa Margarita.
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