Por Emelyn BalderaHay quienes creen que la institución debe estar en campaña permanente, lo que no procede.
La biblia dice que hay un tiempo para cada cosa, y éste evidentemente no es tiempo para campaña, sino para trabajar y elaborar planes en conjunto que favorezcan el crecimiento de su membrecía.
Tiempo para trabajar: Tras el problema de salud que enfrenta el presidente de la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte), Feliz Vinicio Lora, el comité ejecutivo ha debido emplearse a fondo para seguir con el plan de trabajo de esta gestión que apenas comenzó en agosto del año pasado y que no sólo organiza los premios Casandra. Darío Fernández, vicepresidente apoyado por el Secretario General, Máximo Jiménez se mantienen en constante comunicación y organizan reuniones periódicas con los demás miembros del comité ejecutivo para que todo marche como lo había dispuesto Feliz Vinicio en su plan de trabajo para estos dos años de gestión. En este momento, todos los que de alguna manera nos sentimos comprometidos y queremos la institución, nos hemos dedicado a ayudar y apoyar en lo que sea necesario a este comité ejecutivo que está poniendo todo su empeño en cada actividad que debe organizar, como sucedió con la actividad que se realizó para las madres el pasado jueves. Una de las grandes limitantes de Acroarte es que trabaja con un presupuesto muy restringido, lo que a veces provoca grandes tensiones para poder llevar a cabo cualquiera tarea pendiente, ya sea educativa o recreativa para los miembros de la institución.
Sólo quienes hemos estado dentro y manejando los numeritos sabemos lo cuesta arriba que se hace “pichar un juego con el ampáyar en contra”.
Por eso me solidarizo con Darío Fernández, Máximo Jiménez, Arismendy Vásquez G., Alexis Beltré, Wanda Sánchez, Jorge Ramos, Tony Brito y Yamira Taveras, quienes están dando el todo para que al regreso de Feliz Vinicio a la institución todo esté como él lo había planeado junto a su equipo.
En estos momentos lo que necesita Acroarte son manos solidarias y dispuestas a trabajar sin importar quien se lleve los créditos, fuera de figureos o de rivalidades. Ser una de las pocas instituciones gremiales del país que ha logrado permanecer evolucionando en cada gestión es un gran mérito.
Por eso no creo que Acroarte se pueda dar el lujo de permanecer en campaña permanente.
Hay quienes al ver la situación de salud de Feliz Vinicio, han pensado en que es el escenario perfecto para comenzar a promover nueva vez sus inquietudes en pro de lograr la presidencia de la institución. Una actitud que la veo como poca solidaria y coherente, además de insensible.
Muchos incluso, habían desaparecido del escenario acroartista y tras la ausencia de Feliz Vinicio piensan que la institución no tiene cabeza. No puede ser que a estas alturas se hable de campaña cuando se puede decir que apenas comienza la gestión de este comité ejecutivo. Cómo hablar de campaña cuando hay tanto trabajo por hacer. No estamos ante la presidencia de la República Dominicana, sino, de Acroarte, una institución que para realizar cualquier actividad debe gestionar el apoyo de mucha gente, pero también en la que hay muchos miembros trabajando sólo por amor, vocación y fidelidad a la misma. No creo en los oportunistas ni en los aventajados, sino en los sensatos que tienen la capacidad de mirar más allá de sus propios deseos y propósitos.
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