BONAO.- La parálisis que mantiene en sus actividades de explotación la minera Falconbridge desde el 12 de agosto del 2008 podría llegar a su fin en enero del 2010. Aunque todo dependerá del comportamiento de los precios internacionales del níquel, está previsto que la multinacional reanude sus operaciones para así terminar con el período de inactividad provocado por la caída en la cotización del mineral.
Así lo reveló el director general de Minería, Octavio López, quien detalló que el proceso industrial de Falconbridge es muy sensible a los costos de la energía porque es pirometalúrgico, contrario a las que son operaciones hidrometalúrgicas que son más económicas.
Falconbridge tiene una capacidad de procesamiento de 29,000 toneladas de níquel al año. Luego de cuatro meses de cerrada, los ejecutivos se vieron obligados a despedir más de 900 trabajadores en diciembre del 2008, lo que hizo que el presidente Leonel Fernández llegara a un acuerdo con los cesanteados para cubrir algunas de sus deudas, así como reubicarlos en otras actividades.
La dirección de la empresa había dicho que la mayoría de los empleados que quedarían se ocuparían en labores de mantenimiento.
Los trabajadores que fueron despedidos aún mantienen las esperanzas de volver a laborar.
Así lo reveló el director general de Minería, Octavio López, quien detalló que el proceso industrial de Falconbridge es muy sensible a los costos de la energía porque es pirometalúrgico, contrario a las que son operaciones hidrometalúrgicas que son más económicas.
Falconbridge tiene una capacidad de procesamiento de 29,000 toneladas de níquel al año. Luego de cuatro meses de cerrada, los ejecutivos se vieron obligados a despedir más de 900 trabajadores en diciembre del 2008, lo que hizo que el presidente Leonel Fernández llegara a un acuerdo con los cesanteados para cubrir algunas de sus deudas, así como reubicarlos en otras actividades.
La dirección de la empresa había dicho que la mayoría de los empleados que quedarían se ocuparían en labores de mantenimiento.
Los trabajadores que fueron despedidos aún mantienen las esperanzas de volver a laborar.
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